El 6/01/2016

Johannes,

Como tuvo conocimiento de todos los asuntos ocurridos en años pasados, y porque sé que es una persona con valores humanos, me permito, remitirle el fallo de la corte suprema de Colombia que cierra definitivamente el caso del cual tuviste conocimiento años atrás.

Fue una lucha jurídica desigual, que ganamos en primera instancia, en segunda instancia (apelación) y en corte suprema de justicia.

Por lo tanto, este caso está cerrado definitivamente, podemos, Patricia mi hermana y yo, retomar el apellido de Constain.

Jeannine KARP mi madre

Mi madre ha sufrido mucho con este asunto, desafortunadamente, falleció, en Enero del 2015, antes de conocer la decisión de la corte suprema.  Sin embargo, tuvo conocimiento de la decisión de apelación que mostro plenamente que todo lo que afirmamos desde hace tantos años no era sino la verdad.

Pocos días antes de fallecer, mi madre me dijo que se sentía aliviada de que se haya podido restablecer la verdad, porque la habían calumniado demasiados años.

Con relación a la gente que fomento estos problemas, quiero decir que les perdone. Hay una sola cosa que me consta es que:

  • No es cristiano negar la paternidad de dos hijos,
  • no es cristiano acusar por conveniencia a su hermano de ser nuestro padre, en el caso presente es lo que Alberto Q.E.P.D ha hecho con William Q.E.P.D,
  • no es cristiano haber acusado a mi madre de ser promiscua

La verdad es que numerosas iglesias como el catolicismo y algunas iglesias protestantes, se acomodan muy bien de la Biblia para leer la a su antojo.

Eso lo hacen igualmente los extremistas de toda índole, pasándose encima de las santas escritura.

Desafortunadamente es poca la gente que se interesa en la justicia, la moral y la verdad, así sean, entre comillas, “muy creyentes”. 

Así que para volver a la base de la fe católica, pensamos enviar una carta a la santa sede, explicando lo que vivimos, como nos trataron y lo que logramos probar luego de 21 años de proceso.

Al igual que cualquier madre, Jeannine Q.E.P.D,  merecía respeto, por el simple hecho de ser madre y lo que tuvo que enfrentar fue inhumano.

Desde mi llegada a Colombia en 1983, cada uno se dedicó a defender sus  intereses, financieros ante todo en la mayoría de los casos.  

Su ignorancia era tal, que ni siquiera una sola vez me dieron el derecho de expresarme y me juzgaron sin haberme ni siquiera encontrado.

Me pregunto a que Dios tanto le rinden culto, para ser tan inhumanos, con gente de su misma sangre, en todo el sentido de la palabra.

Por lo tanto encontrará entonces a continuación, una copia del fallo de la corte suprema. Sobresalen algunos argumentos usados para la defensa de Alberto.

Tal como se lo mencione en un mail que le mande en el 2013, al cual nunca contesto,  en lo personal, quiero olvidar todo lo que tuve que sufrir y he perdonado todo lo que se me ha hecho, así como a mi madre y a mi hermana Patricia.

Por lo tanto, cualquier persona que quiera construir una relación social “normal” y apaciguada, será bien recibida. Los que quieren seguir en calumnias y odio, al fin de cuentas les quedan tan pocos años de vida que no harán falta.

 Le extiendo una invitación para obrar en este sentido.

Cordialmente.

Pascal

PD: Le pido un solo favor, el de no devolver este escrito, tal como ocurrió en Bogotá mucho años atrás, un día que le envié una nota a Dora Lucia y la devolvió “ofendida”. Como si el derecho de una persona de escribir 3 palabras fuese una “ofensa”. Tomando en cuenta las pruebas de ADN y tantas cosas que reposan en el expediente, era el mundo al revés.

Ya se ha sembrado suficiente odio, obremos para no seguir sembrando más.