alberto fue nombrado Embajador de Colombia en el Ecuador. lo destituyeron por deshonestidad y conflicto de intereses; en fin de cuentas no era el embajador de Colombia en Ecuador pero el Embajador de el mismo para sus propios intereses. alberto vivió siempre en enredos.
EL TIEMPO 14 de julio 1999
https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-921023
CONSTAÍN: UN DIPLOMÁTICO EN APRIETOS
Después de 50 años de una exitosa carrera comercial, Alberto Constaín Medina, actual embajador de Colombia en Ecuador, parece haber hecho el peor negocio de su vida.
Industriales de lado y lado de la frontera lo acusan de interferir en el comercio bilateral, especialmente en las transacciones de licor, azúcar y arroz, en donde el diplomático tendría claros intereses.
A pesar de estas acusaciones, Constaín se ha defendido y ha negado categóricamente cualquier vínculo con esos sectores por eso, dice, no cree que su cargo esté en peligro.
Hace una semana le dijo a EL TIEMPO que nunca había sido dueño de nada en Ecuador y que fue un simple empleado, como en el caso de Licores de Exportación, Licoresa (ver recuadro).
Pero su vinculación va más allá.
Aunque Constaín no aparece entre los directivos de esta licorera, de acuerdo con registros de la Superintendencia de Compañías de Ecuador, su hija, Alicia Constaín Salazar, y su hermano, Jorge Constaín, tienen una buena participación. Así consta en los registros.
Esta empresa, fue creada el 5 de junio de 1974 en Quito.
Pero el diplomático insiste en negar cualquier nexo o interés particular con el negocio de los licores y, por eso, manifiesta no tener ningún impedimento para opinar sobre el tema.
Por eso, el pasado 13 de mayo ya con su investidura de embajador le dijo al diario El Comercio de Quito, que entre Colombia y Ecuador el tema de los licores es un tabú y es de imposible arreglo. Mientras en Colombia no se levante el monopolio, los licores ecuatorianos no pueden ir a negociar con los colombianos porque les pondrían los impuestos que quisieran …No se puede hacer nada y hay dos fallos del Tribunal Andino que no se van a cumplir … Se ve que es un tema sin solución .
Estas declaraciones le costaron a Constaín una carta de protesta de la ministra de Comercio Exterior, Marta Lucía Ramírez, quien se quejó ante el propio canciller, Guillermo Fernández de Soto.
Me parece muy delicado que el representante de nuestro país esté haciendo este tipo de declaraciones que en ninguna manera obedecen a la realidad, toda vez que el Tribunal de Justicia Andino no ordena levantar el monopolio de licores; por el contrario, declaró que la Constitución Política colombiana, al establecer el monopolio rentístico, no infringe el ordenamiento jurídico subregional andino .
Esta reacción obligó al señor embajador a pedir una inmediata aclaración al diario ecuatoriano. Pero con toda la diplomacia del caso, el periódico se la negó.
Sus palabras habían quedado grabadas. Incluso, la parte en la que el embajador dijo que estaba muy alejado de la empresa licorera y que estaba por culminar su vinculación accionaria, no se publicó por petición suya.
Más pruebas? Pero al parecer estas intervenciones no son nuevas. Eduardo Serrano Pérez, gerente de Ambrinig, empresa que distribuye los productos de la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA) en Ecuador, dijo que desde hace más de seis años Constaín está interviniendo e interpretando las leyes colombiana a su antojo y a su manera, pensando más como distribuidor de licores ecuatorianos que como colombiano.
Además de las trabas, Serrano denunció que Licoresa, empresa de la que Constaín fue fundador y accionista, usa las botellas de la FLA para envasar el aguardiente Trópico Secco y Quindiano.
La denuncia de la comunidad colombiana es que ven un aguardiente envasado en botellas de la FLA y creen que es licor colombiano. Al final reciben un doble engaño: no es importado y su producto es de mala calidad , dijo Serrano.
Alvaro Pío Valencia, gerente de la FLA, dijo que Constaín tiene un conflicto de interés, porque ha estado vinculado al tema de los licores en Ecuador, tal y como lo ha dicho la gente del sector, y bajo esas condiciones, este funcionario le presta un flaco servicio al país. Más que representados por Constaín, nos sentimos competidos .
Agrega que desde el 26 de mayo se les informó que Licoresa estaba usando sus botellas. Esto es un aprovechamiento ilícito. Estamos contactando firmas de abogados para que nos representen en las demandas que vamos a instaurar , dijo Valencia.
Aparentemente, esas botellas llegan al Ecuador de contrabando, después de ser compradas en los basureros o sitios de reuso y enviadas a la frontera.
Por lo menos eso cree Gilberto Restrepo Vásquez, presidente de Peldar, fabricante de las botellas de la FLA. Nosotros no vendemos ni fabricamos este envase para ninguna empresa en Ecuador .
Pero este mismo problema lo tiene Gabriel Constante, gerente de Eximquito, distribuidor de aguardiente de Caldas en Ecuador, quien dijo que a pesar de que las licoreras también usan sus botellas, no ha sido posible denunciarlos, porque no tenemos los derechos de los propietarios de los envases .
Las protestas por la designación de Alberto Constaín en la embajada de Colombia no solo vienen de las licoreras. Varias empresas tampoco están conformes con su gestión.
Por ejemplo, Federico Orbes, presidente de la Asociación de Comerciantes de la Frontera Colombo-ecuatoriana, advirtió que no tiene ninguna significación para nuestra región la designación de Constaín y desconocemos las razones que el gobierno de Pastrana haya tenido para nombrar a un oscuro personaje, cuestionado por sus malas artes en los negocios de licores y quien está solamente aprovechando esa posición para beneficio personal y no para el altruista interés colectivo .
El licor no es el único tema polémico respecto de la gestión del diplomático.
El azúcar y el arroz, productos que también han generado roces entre ambos países, están conectados con el apellido Constaín. En el caso del arroz, por importaciones inconvenientes para los productores nacionales, y en el caso del azúcar, porque Ecuador no quiere recibir el producto colombiano si antes no pasa por un ingenio ecuatoriano, lo que implica más costos para el consumidor.
Y Constaín ha admitido tener intereses en ambos sectores. Hace algunos años se vinculó con el poderoso Ingenio Azucarero San Carlos, ubicado en la costa ecuatoriana.
Incluso, en declaraciones dadas este año a la cadena Gamavisión, admitió tener participación en el negocio, aunque no especificó cómo.
En el caso del arroz, lo comprometen declaraciones dadas en la Cámara de Comercio e Industria Ecuatorianocolombiana (ver recuadro).
Cuento viejo Esta no es la primera vez que el embajador pasa malos tragos y más por cuenta de sus negocios con el licor.
En una investigación realizada en 1987 por la Dirección de Aduanas, su director, José Joaquín Palacio, encontró un almacén inbond libre de impuestos ubicado fuera del muelle internacional del aeropuerto Eldorado. Un lugar vetado para este tipo de almacenes.
Constaín trató de evitar el cierre del local en el que había libre acceso al público, así como de una bodega donde se almacenaba la mercancía sin impuesto, ubicada fuera del aeropuerto. Después de varios meses de investigación, la aduana ordenó el cierre del almacén y el retiro de la mercancía de la bodega , recuerda Palacio.
Otro episodio en el que se vio involucrado, sucedió en 1983. El entonces presidente Belisario Betancur encontró un inbond en el lado colombiano del puente fronterizo de Rumichaca. Allí el fuerte de la venta eran los licores.
Sorprendido, ordenó una investigación inmediata.
Aunque a Constaín se le quiso relacionar como el accionista mayoritario de este inbond, el hoy diplomático no se vio afectado por las indagaciones. Al final, el local fue cerrado y un buen número de funcionarios de aduanas investigados.
EL TIEMPO intentó conocer la versión del embajador sobre estos episodios, pero no respondió a posteriores llamadas de este diario.
Un solo Ecuador…
Lo cierto es que mientras en Colombia lo quieren demandar, lo critican, le llaman la atención por sus declaraciones e incluso se rumora su salida del cuerpo diplomático, en Ecuador es considerado un insigne industrial.
Tanto que en 1984 fue condecorado por el gobierno de ese país con la Orden al Mérito Industrial.
Allí llegó en 1948, a los 18 años, a buscar fortuna, luego de que por problemas familiares dejó sus estudios de derecho e incursionó en el mundo de los negocios.
Diez años después, sin perder los vínculos con Ecuador, regresó a Medellín y estableció relaciones con empresas de aluminio, con las que decidió crear la compañía Umco. Posteriormente fundó Lanfor S.A., una industria de estructuras y puertas metálicas.
En 1980 se desempeñó como presidente de Licoresa y tuvo una participación activa para bloquear el libre ingreso de licores colombianos a Ecuador, a través de la Asociación de Industriales Licoreros del Ecuador (Adile).
A la sede de la embajada de Colombia en Quito llegó en marzo de este año, para ocupar por primera vez, un cargo diplomático.
Hoy, el rumor de su salida ya cruzó la frontera con Ecuador. Pero el Canciller colombiano, Guillermo Fernández de Soto, no quiere declarar por qué fue nombrado Constaín en el cargo y si es cierto que se le pedirá su renuncia en los próximos días, truncando el sueño de que …Logremos hacer de Ecuador y Colombia un solo Ecuador , tal como hace poco lo declaró Constaín.
Azúcar amarga Además de los supuestos nexos de Alberto Constaín con el tema de los licores, el embajador ha mencionado su interés o participación en otros dos negocios que han afectado, desde hace varios meses las relaciones comerciales entre los dos países: azúcar y arroz.
A pesar del libre comercio, Colombia no puede enviar directamente al mercado ecuatoriano azúcar refinada y lo debe hacer a través de los tres ingenios que hay en ese país. Constaín reconoció, a un medio ecuatoriano, que tenía vínculos con uno de ellos, el San Carlos.
En el tema del arroz, antes de que se llegara a un acuerdo para la importación de este producto procedente del Ecuador, el embajador Constaín dijo en una reunión de la Cámara de Comercio e Industria Ecuatoriano-colombiana (Camecol), que se iba a llegar a un acuerdo porque él tenía intereses.
De esto dan fe dos industriales que estuvieron presentes y que pidieron la reserva de sus nombres.